Monday, February 12, 2007
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Aunque dentro de otras composiciones incluyan detalles de naturaleza muerta, no es frecuente encontrar cuadros de este género entre la obra de los grandes maestros de la pintura española, ya que el paisaje y el bodegón estaban considerados, en la España del siglo XVII, géneros de segunda categoría. Existían artistas especializados como Arellano o Van Der Hamen o se recurría a pintores extranjeros, con preferencia flamencos. Ésta es la cuestión por la que, cuando algún pintor de primera fila como Zurbarán realiza un bodegón, los especialistas intentan buscar un significado oculto, sobre todo religioso, que no ha de tener necesariamente. El maestro se interesa, en este caso, por alinear varios objetos de cerámica y bronce para estudiar el efecto de la luz sobre ellos. Los contrastes de luces y sombras son muy marcados, destacando asimismo la altísima calidad de los objetos que nos muestra el artista. Su minuciosa pincelada y su perfecto dibujo dan al espectador una muestra de buen arte realista.
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